Hemos pasado gran parte de la mañana en la Fiscalía de Barcelona. Gracias a Toni Pelegrín, un tipo fuera de lo normal, que nos ha presentado a gran parte de la plantilla, puedo decir que Pepe y yo hemos pasado una de las mañanas con mayor comunicación de toda la campaña electoral. He conocido a fiscales con los que me encantaría trabajar y tenemos la impresión de que con ellos la Fiscalía está en buenas manos. Y he podido reencontrarme con otros, como por ejemplo Rosana Lledó o Fernando Rodriguez Rey con los que la distancia y el tiempo sin vernos no impide que el afecto se mantenga.
Por cierto que la Ciudad Judicial en Barcelona -con algunos problemas ambientales (las ventanas no se abren y el aire acaba siendo nocivo)- es una obra impresionante, a gran distancia, por ejemplo, de las condiciones en las que trabajan fiscales de otros muchos lugares de España. Si alguien de una vez empezara a pensar que es imposible mantener la armonía en el trabajo de una Fiscalía sin crear tantas plazas de funcionarios como de fiscales, y se mejoraran ciertas piezas del mobiliario (algunas de las sillas de trabajo parecen sillas de comedor) las cosas serían todavía mejores.
viernes, 11 de diciembre de 2009
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